La magia del ajedrez radica en su naturaleza como metáfora de la vida. Sobre el tablero se representan jerarquías, luchas por el espacio y juegos de poder similares a los de cualquier civilización. De ahí que sus reglas y su lenguaje –enroque, gambito, jaque, mate, tablas…– se utilicen a menudo para hacer más comprensible la complejidad de la política mundial. Más allá de su función metafórica, cabe interrogarse sobre su capacidad para anticiparnos un futuro estrechamente ligado a la inteligencia artificial, de la que fue acaso el primer exponente. Este diálogo entre el ajedrez y la historia se acaba proyectando, así pues, en un futuro inmediato, aquel en el que sabremos hasta qué punto la inteligencia humana es compatible con las máquinas creadas por ella.
Ponentes: Juan Francisco Fuentes y Leontxo García.