Juan Francisco Fuentes

“La plaga no está hecha a la medida del hombre, por tanto el hombre se dice que la plaga es irreal.”
Albert Camus: La peste.
La sentencia, atribuida a Mark Twain, de que “la historia no se repite, pero rima” invita a comparar el escenario provocado por la crisis del coronavirus con otras situaciones históricas y a realizar un ejercicio de historia prospectiva, proyectando hacia el futuro algunas reflexiones sobre la pandemia. Con pasmosa rapidez, la Covid-19 ha dado nueva carta de naturaleza a un viejo imaginario fantasmagórico —el de las epidemias medievales— erradicado hacía siglos de la cultura cotidiana de Occidente. Pero, frente a la percepción apocalíptica, no han faltado quienes hayan re-cordado que la plaga es una “característica constante de la sociedad humana” (Simon Critchley) o que lo imprevisto también “forma parte de la historia” (Emilio Gentile). William H. McNeill afirmó que era un error ver un brote infeccioso como un simple accidente sin explicación histórica.